Después de un naufragio en una terrible tempestad, un marino pudo llegar a una pequeña roca y escalarla, y allí permaneció durante muchas horas. Cuando al fin pudo ser rescatado, un amigo suyo le preguntó: —¿No temblabas de espanto por estar tantas horas en tan precaria situación, amigo mío? —Si —contestó el náufrago—, la verdad es que temblaba mucho; pero… ¡la roca no.…! Y esto fue lo que me salvó. (Extraído de historias e ilustraciones.com)

No todos nosotros hemos padecido un naufragio como el de este marino, pero a veces la vida nos presenta barcos hundidos similares a esta experiencia.

Es fácil andar por el mundo mientras nada ponga en peligro nuestras seguridades. Relativamente funcionamos bien si todo va bien.

Pero cuando lo que teníamos como seguro: un empleo, una relación la salud u otras cosas tiemblan, nosotros temblamos junto con ello.

Seguridad y confianza son dos emociones necesarias para establecer relaciones con otros, con las circunstancias y aun con nosotros mismos.

Una persona insegura y desconfiada, difícilmente podrá disfrutar de salud emocional ni física. A veces las experiencias del pasado nos dejan con apegos demasiado frágiles. Una crianza perfeccionista y sobre exigida o abandono y soledad atraviesan las fibras de la confianza personal. Superarlo implica trabajo y principalmente el reconocimiento de nuestros miedos y preocupaciones.

Una persona con la suficiente confianza en sí mismo estará más dispuesta a desplegar el crecimiento personal, alcanzar metas y asumir responsabilidades. Pero aquellos que quedan atrapados en la inseguridad constante, siempre tiemblan, dudan y no arremeten la vida con coraje.

Fracasan en sus intentos y se afirman aún más en la inseguridad. Por eso, Jesús quiere y promete para nosotros un estilo de vida distinto.

Si bien nos anima a confiar en lo que somos por creación divina, mucho más aun nos invita a depositar toda nuestra confianza (poca o mucha) solamente en Él. Si conoces Su Poder y Su Protección, te animarás a sujetarte a Su Persona como esa roca firme en medio del naufragio.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Entre las cualidades más esenciales del espíritu humano está la confianza en uno mismo y el crear confianza en los demás. Mahatma Gandhi