Mayormente nos levantamos pensando en las cosas que tenemos que hacer. En las ofensas que nos llevamos a la cama ayer, que también durmieron con nosotros toda la noche, y que se levantaron con nosotros también.

Eso condiciona nuestro humor y nuestro carácter cada mañana y el resto del día muchas veces.

Pero pensemos por unos instantes en algunos personajes de la Biblia, lo que dirían al levantarse.

Veamos: Moisés diría: «Señor si tu presencia no va con nosotros no iremos a ningún lado». (Éxodo 33:15)

Abraham diría: “El Señor proveerá». (Génesis 22:8) Jacob diría: “No te dejaré ir hasta que me bendigas”. (Génesis 32:26)

Josué diría: “Yo y mi casa serviremos al Señor». (Josué 24:15)

Samuel diría: “Habla Señor que tu siervo oye». (1ª Samuel 3:9)

La viuda endeudada diría: «Dios puede bendecirme con lo poco que tengo». (2ª Reyes 4:2-7)

Nehemías diría: “El gozo del Señor es mi fortaleza». (Nehemías 8:10)

David diría: “Jehová es mi pastor nada me falta», y «Ese es el día que hizo el Señor, me gozaré y me alegraré en él». (Salmos 23 y 118.24)

Salomón diría: “Confía en el Señor, alma mía, y no en tu propia inteligencia, reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus pasos». (Proverbios 3:6)

Isaías diría: «Levántate levántate y resplandece, porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor amaneció sobre ti» y «ninguna arma forjada en contra de mí prosperará». (Isaías 54:17 y 60:1)

Jeremías diría: “El Señor tiene planes para prosperarme, son planes para mi bien y no para mi mal». (Jeremías 29:11)

Jabes diría: “Que me pudieras prosperar y ensanchar mi territorio». (1ª Crónicas 4.10)

Los tres amigos de Daniel dirían: “No nos arrodillaremos ante ninguna imagen, más serviremos al Señor». (Daniel 3.16)

Ezequiel diría: «Cada hueso seco en mi vida, vivirá de nuevo». (Ezequiel 37)

Jonás diría: «En mi angustia clamaré a ti y tú me responderás». (Jonás 2:1-2)

Pedro diría: “Pondré mi carga sobre el Señor porque Él cuidará de mí». (1ª Pedro 5:7)

Pablo diría: «El Señor suplirá todas mis necesidades” y “todo lo puedo en Cristo quién me fortalece». Filipenses 4.13.

Y tú, ¿cómo comienzas cada día?…

Pensamiento del día:

Búscale por la mañana y tu día será diferente.