Desconocemos la magnitud de nuestros proyectos cuando lo hacemos por fe. Mayormente somos nosotros los más asombrados al ver el alcance de una noble acción con una motivación correcta, dirigidos por la sabia mano de Dios y con la fe como único sustento.

Es en este contexto que dijo Jesús: “Hasta un vaso de agua dado en mi nombre, a uno de estos pequeños, tendrá su recompensa en el
Reino de mi Padre.” De alguna manera el Reino de Dios está repleto de acciones anónimas e ignoradas hasta por sus mismos gestores, pero bien reconocidas, premiadas y valoradas por Dios.

Un típico caso de alguien que vivió y hasta murió ignorando el alcance de su logro fue Cristóbal Colón y su épica travesía. Este pionero de la fe en una época de oscurantismo religioso, se despidió de este mundo pensando que había descubierto las Indias, cuando en verdad había llegado a un “nuevo mundo”. Muchas veces tenemos que estar dispuestos a viajar 20.000 Km. para descubrir continentes nuevos, para dejar una marca en nuestra generación, para ser de ejemplo a otros. Debemos estar dispuestos a perder nuestros propios horizontes si queremos llegar donde otros no han llegado y no conformarnos con lo mediocre, lo convencional, lo esperable, lo calculado.

Ya sea en grandes emprendimientos y en decisiones de vida, como también en las pequeñas aventuras del día a día, todos podemos y debemos ser pioneros, conquistadores, descubridores y aventureros de la fe, pues la norma de vida del que ha sido justificado por Dios es avanzar por fe.

No hay otra: “El justo por la fe vivirá.” Abel nunca supo que su sangre, precio de su sola obediencia a Dios, clamaría desde la tierra durante milenios. Enoc nunca supo que su cotidiano andar con Dios perpetuaría su nombre. Los papás de Moisés ni imaginaron que escondían en aquella canasta al emancipador de la raza hebrea.

Nunca imaginó la ramera Rahab que ocultaba en su recámara a aquellos que salvarían su vida y la de su familia. Y tú, ni te imaginas hasta dónde puede llegar tu buena obra si es Dios quien te impulsa a hacerlo. ¡Haz la prueba!

Pensamiento del día:

Debemos estar dispuestos a perder nuestros propios horizontes si queremos llegar donde otros no han llegado.