Derek Redmond es un ex atleta británico. Durante su carrera registró el récord de los 400 metros de Gran Bretaña y ganó la medalla de oro en el Mundial Europeo.

Durante sus actividades deportivas siempre presentó lesiones desde muy joven, hasta pasar por el quirófano en 18 ocasiones. En los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, cuando era uno de los favoritos para ganar la medalla de oro de 400 metros, se lesionó en las semifinales el tendón de Aquiles.

Luchó contra el dolor y, acompañado por su padre, que saltó al estadio, completó una vuelta y recibió una gran ovación de todo el campo. Aun cuando Derek ya no daba más, pudo llegar a la meta apoyado en los brazos de su padre.

Nuestra vida cada día se convierte en una maratón.

Muchas veces también sentimos que no damos más. Vemos todo lo que tenemos por delante para hacer y lo percibimos como una meta inalcanzable.

Nos cansamos de luchar. Nos desanimamos al orar por esas cosas que no llegan. Nos frustramos en medio de la soledad de nuestros compromisos. Pensamos que nuestros músculos espirituales y emocionales ya no pueden resistir tanta exigencia. Esperamos ser valorados y reconocidos, pero pasamos inadvertidos por la vida de aquellos a quienes nos entregamos en sacrificio cada momento. Exigencias, demandas, reclamos, trabajo y presión nos van desgarrando la fortaleza.

Lo que comenzó siendo un trote ligero se transformó en un paso lento y agobiado ¿No das más? Entonces, apóyate en el Padre. Necesitas ese brazo fuerte que esta ahí a tu disposición para sostenerte. Él puede darte aliento si estas desanimado. Claridad y luz si estas confundido.

Esperanza y fe si tus fracasos dicen lo contrario. Sentido cuando ya no quede ninguno. Salvación si tus pecados te condenan. Amor y refugio cuando la desilusión te invite a abandonar. Confiar en Su Persona no es la forma de llegar a la meta. Confiar en su Persona ES LA META.

Pensamiento :

Cuando sientas que no das más, da otro paso, verás que sólo era una sensación