Hay distintos modos de resignarse y expresar dicha resignación. Aquí en La Argentina, cuando ya no nos queda opción, decimos: y bueno, si no queda otra…qué le vamos a hacer. En tu país puede que digan: Ya pues, ni modo. Aquí tenemos a alguien que usó algo similar, dijo: “Más en Tu palabra echaré la red”. Pedro era pescador, tenía una barca y tenía sus redes. Jesús había usado esa barca como escenario de una larga predica a las multitudes. Luego le pide a Pedro que tome su barca y salga a pescar. Imagina la reacción de Pedro. Había echado las redes toda la noche y sin resultados positivos en la pesca. ¿Qué le estaba pidiendo Jesús? Si había un experto entre ellos acerca de este tema era Pedro. Ser pescador era su especialidad, su ocupación. Pero más allá de esto, si el Maestro se lo pedía…”Ni modo”. EN SU PALABRA ECHARÍA LA RED ¡Grande fue la sorpresa cuando esa red salió repleta de peces!

Muchas veces Dios nos pone en estas instancias donde más allá de que no comprendamos bien las cosas, Él nos pide que lo hagamos igual. Resistimos. Postergamos, ponemos excusas. Razonamos, buscamos ir por otro lado, pero: “Ni modo”. Él nos espera, nos indica, nos acompaña y nos lleva hasta ese lugar donde, si la decisión es la obediencia a Su Palabra, las redes de nuestra experiencia se llenarán de bendición, de aprendizaje, de entendimiento.

¿Cuál es el mayor impedimento para que obedezcas? Para Pedro podría haber sido su experiencia. Quizá para ti es algún apego afectivo o tu comodidad o tus propios miedos. La Fe será entonces tu mejor herramienta. Cuando Dios te indique un camino y te de miedo e inseguridad seguirlo no olvides que Él te lleva por ese lugar temido para enseñarte, guiarte y mostrarte un nuevo aspecto de Su Persona que necesitas conocer. Por eso, rendirnos a su Palabra es trabajar en ese aspecto de seguirlo allí dónde todavía no le dimos Su Lugar.

 

Pensamiento del día: Sus órdenes a veces no se nos presentan tan lógicas como creemos, pero aún ahí es mejor obedecerle.