Cuando los conquistadores ingleses llegaron a las costas de Australia, se asombraron al ver unos extraños animales que daban saltos increíbles. Inmediatamente llamaron a los nativos del lugar y le intentaron preguntar mediante señas que eran esos animales a lo que los nativos respondieron: Kan Ghu Ru. Y cada vez que les preguntaban daban la misma respuesta por lo que al llevar a estos extraños animales a Europa les pusieron por nombre Kangaroo, que es con el nombre que hasta hoy se conocen a los canguros. Pero tiempos después los lingüistas determinaron cuál era el significado de los vocablos Kan Ghu Ru. Lo que el indígena les quería decir era: “No le entiendo” El “no le entiendo” no sólo ocurría en el continente Australiano, sino que continúa ocurriendo en nuestros tiempos.

Ya en la época de Jesús era varias las personas que no comprendían su mensaje: mientras Jesús hablaba del agua de vida, una samaritana hablaba del agua del pozo. Cuando los discípulos le insistían en comer Él les hablaba de otra comida que ellos no sabían. Cuando les habló de la cosecha de almas ellos entendieron de la cosecha del trigo. Un maestro en Israel no entendía lo que era nacer de nuevo. Nuestro mundo actual está lleno de Kangoros. Los hombres y mujeres de este siglo hablan y discuten de cosas que no entienden. Los que establecen la filosofía de vida de esta generación, dice también la biblia en 2ª Pedro 2 que hablan mal de cosas que no entienden. ¿Por qué hay tantas depresiones, ansiedades, enojos y frustraciones? Porque no aceptamos los “no entiendo” de Dios y nos enojamos con él y con el mundo. Dios no pide que le entendamos sino que nos acerquemos por la fe, y es ahí cuando se enciende la luz y puedes ver las cosas que hoy están confusas. Acéptale por la fe a Jesús. Él es la luz de este mundo en tinieblas, entonces verás y entenderás, pero no antes. No intentes ordenar la habitación de tu vida sin antes encender la luz.

 

PENSAMIENTO DEL DÍA: CUANDO NO ENTIENDAS LO QUE TE SUCEDE… PREGÚNTALE A DIOS.