El hombre y la mujer viven en constante búsqueda de experiencias sobrenaturales que eleven al máximo su adrenalina. Estamos entrando a la era de la realidad virtual y ya hay empresas que lucran ofreciendo a sus clientes experiencias excitantes en un mundo sub-real. Adinerados pagan miles de dólares por un viaje en transbordador al espacio exterior para explorar el más allá y todo lo que se acerque a lo sobrenatural, todo aquello que traspase la barrera de lo terrenal, me cautiva y obsesiona, ¿verdad? El ser humano tiene conciencia de que existe algo en el más allá.

Un ser superior, una vida en otra dimensión, y en la búsqueda de esa experiencia se va la vida. ¿Sabes?, somos seres eternos. A diferencia de cualquier otro organismo vivo en este ecosistema, el ser humano es eterno y tú lo sabes. Bien adentro tuyo tú lo sientes. La Biblia dice que Dios puso eternidad en el corazón del hombre. La eternidad es un concepto sobrenatural. Trata de pensar por unos segundos en ella, no puedes, desborda la capacidad de la mente humana. El Dios que dijo estas palabras es sobrenaturalmente eterno y, desde el momento que te dispones a entrar en diálogo con Él, te embarcas en una experiencia sobrenatural.

Sí, el resultado de ese “encuentro cercano” es el comienzo de una relación de amor con Él basada en la fe en su Hijo Jesucristo y dice la Biblia que, entonces comenzarás una vida sobrenatural, un segundo nacimiento. Verás cambios en tu conducta que no los puedes lograr naturalmente desde la perspectiva humana, sino a través de esa fuerza sobrenatural que te capacita, te llena y te controla que se llama Espíritu Santo. Serás transformado en una nueva criatura y entrarás en una dimensión de vida nueva, descubriendo día a día a un Dios sobrenatural, experimentando cambios sobrenaturales y caminando rumbo a un cielo más allá de lo imaginable.

Porque cosas que ojo no vio ni oído oyó, ni se le ha ocurrido a ningún hombre, son las que Dios tiene preparadas para los que le aman. Emocionante, ¿verdad?

PENSAMIENTO DEL DÍA:

Eres eterno por naturaleza. De ti depende dónde pasarás esa eternidad.