Entre los desastres más recordados del estado de Florida, está el caso de 5 muchachos que, inocentemente encendieron el motor de una aplanadora modelo “buldózer” estando ésta engranada y comenzando así una carrera loca sin otro destino que el desastre. Asustados, los muchachos saltaron de la inmensa mole de acero que avanzaba sin control. Cuatro casas, valles arrasados, postes de teléfono y de luz derribados, vehículos y un gallinero aplastado, fueron el saldo de aquella loca embestida.

Los daños materiales se evaluaron en varios miles de dólares. Con un operador en el mando, la misma máquina estaba siendo de gran utilidad para los habitantes de aquel estado. No había muchas máquinas de ese tamaño y con esa potencia, sus servicios eran requeridos a diario, pero esa misma máquina fuera de control, librada al impulso de su propia fuerza fue causa de varios males.

El hombre y la mujer tienen en su interior un potencial inimaginable. Los impulsos que le habitan pueden ser muy útiles si son conducidos y operados por manos maestras, pero si se les da rienda suelta pueden conducirte a ti y a los que se crucen por tu camino a un final trágico. En un aspecto aquella aplanadora modelo Buldózer era por fin libre del control diario de su operador, pero… ¿Era eso verdadera libertad o era libertinaje descontrolado? El hombre es libre sólo cuando está haciendo aquello para lo cual fue creado. Un tren no es libre y útil cuando se sale de su carril para transitar nuevos rumbos, no.

Eso es descontrol y tragedia. Un pez no es libre cuando salta a la superficie, cansado del confinamiento del océano porque muere a escasos metros de la playa. Así, apreciado amigo, tú y yo no somos libres cuando hacemos lo que se nos antoja sin obedecer la voz de nadie sino cuando descubrimos Su voluntad para nuestras vidas y la cumplimos. ¿Quién controla tu vida? De eso depende que tus potenciales sean usados al máximo.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

UNA VIDA ENAJENADA DE DIOS ES UNA VIDA ESCLAVIZADA A UNO MISMO.