Si hoy has despertado con más salud que enfermedad, estás más bendito que el millón de personas que no sobrevivirá esta semana. Si no has conocido los peligros de la guerra, la soledad de la prisión, la tortura y el hambre, estás mejor que 500 millones de personas en este mundo. Si hay comida en tu refrigeradora, tienes un lugar seguro donde dormir y ropa limpia, eres más rico que el 75 % de los habitantes del mundo entero.

Si tienes dinero en tu cartera o unas monedas guardadas en tu casa, eres parte selecta de un 8% de la población mundial. Si tus padres están vivos, cerca de ti y valoran tu presencia, eres poco común. Si puedes oír este mensaje has recibido doble bendición, ya que primero alguien pensó en ti y segundo tienes la fortuna de poder oír ya que hay millones de discapacitados que no pueden hacerlo.

¿Eres agradecido o quejoso? Sólo basta mirar a mi alrededor para ver personas como nosotros que quizás tienen mucho menos que nosotros y viven más agradecidos a Dios y a la vida que nosotros. Prueba con empezar a hacer un listado de estas cosas que tienes y disfrutas a diario pero que ignoras y verás cómo rápidamente se diluye ese espíritu de queja.

Honra a Dios aquella persona que valora y disfruta lo que tiene y le da gracias a Dios por ello. Así que es recíproco y entras en un ciclo de bendición que te cambia la vida, tú vida y la de los que te rodeen, que podrán ser estimulados por tu actitud optimista de la vida o estorbados por tu pesimismo. No olvides, tanto la gratitud como la queja se contagia. Lo paradójico es que la mayoría de las personas tienen todas estas cosas que mencionamos y mucho más aún pero igual andan por la calle vendiendo su amargura al mejor postor. Entrégate a Dios y tornará tu amargo existir en un dulce vivir. Garantizado

PENSAMIENTO DEL DÍA:

COMIENZA A AGRADECER POR LO QUE TIENES Y OLVIDARÁS LO QUE AÚN NO TIENES.