El tema de conocer el plan de Dios para mi vida se torna muchas veces misterioso porque anhelo conocer la voluntad de Dios sin gastar nada de tiempo en conocer al Dios de la voluntad, y esto así no funciona. Efesios 1:9 dice que Dios se propuso en sí mismo darnos a conocer su voluntad, aún en sus aspectos más misteriosos. ¡Y esto a Dios le pareció una excelente idea! (paráfrasis). Esto significa que Dios está mucho más interesado en revelarnos su voluntad de lo que nosotros estamos en cumplirla. Dios no juega a las escondidas ni se porta misterioso o enigmático. ¡Nada de eso! Dios no nos puso por delante un laberinto para transitar, simplemente nos preparó de antemano buenas obras para que anduviésemos en ellas.

Así de simple. Están allí, cada día, en su Palabra, solamente hay que respirar profundo y decidirnos andar, avanzar, transitarlas más que descubrirlas. Y como si esto fuera poco (como dice en los buses), también nos regaló un libro que espera ser abierto cada mañana. Un Espíritu Santo que está en nosotros para guiarnos a toda verdad, y el mismo Señor Jesús, que es el personaje central de ese libro, vive en nosotros para que le sigamos, siendo Él nuestro Camino. Así que Dios nos revela su voluntad en su Palabra. Si ella permanece olvidada y oculta no pretendamos tener claridad al momento de discernirla.

De todas maneras déjame darte diez consejos prácticos al respecto:

1. Deséala fervientemente.
2. Reconoce que no sabes cómo caminar.
3. Cede tu voluntad a la de Él.
4. Mantén activa tu vida de confesión.
5. Si hay diferentes posibilidades obtén la mayor información posible.
6. Busca consejos de personas espirituales.
7. Resiste la tentación de elaborar tu propio plan.
8. Prepárate para esperar (Es lo más difícil)
9. Si estás esperando que Dios te guíe y la respuesta no llega, quédate donde estás.
10. Mientras esperas mantente ocupado.

Pensamiento del día:

Mayormente las tinieblas respecto a avanzar son luz respecto a quedarse.