Permíteme intentar (porque solo es un intento) representar el Plan Salvador que Dios ofrece a la humanidad toda y a cada humano en particular. Necesito que uses de imaginación. No mucha, porque no es tan difícil de comprender ni de creer. Se te ofrece un regalo con una gran tarjeta que dice: GRACIA. Porque eso es lo que es la Gracia de Dios, es un regalo. Abres ese regalo y dentro te encuentras un cofre con una llave adjunta. El nombre de esa llave es FE.

Es justamente lo que abre el cofre. Lo abres tímidamente. Una fragancia increíble sale de ese cofre y llena todo tu ser y tu habitación. Es una fragancia importada, difícil de conseguir, importada del cielo, del mismo trono de Dios.

El nombre de esa esencia es AMOR. Es la esencia de Dios porque Dios es AMOR en esencia. Sencillo, profundo, gráfico, ¿verdad? No sé por qué los hombres no lo comprenden. Desprecian el regalo, desconfían de esa fe o la depositan en un lugar equivocado, y se pierden la bendición de ser impregnados del aroma de Su amor. Así viven vidas en desgracia, desconfiando de todos o confiando en falsas promesas que acaban en traición y abandono, y sin amar ni ser amados. O sea que más que vivir es existir o sobrevivir. Absurdo ¿verdad?…

El testimonio de Pablo es contundente al respecto: «Antes, yo hablaba en contra de Cristo y lo perseguía con violencia, pero Dios tuvo misericordia de mí, porque en ese tiempo yo no sabía lo que hacía, pues no era creyente. Pero el Señor derramó en abundancia su generoso amor sobre mí, junto con la fe y el amor que se encuentran en Jesucristo. Todos pueden estar seguros de que esto es cierto: Jesucristo vino al mundo para salvar a los pecadores, siendo yo el peor de ellos».

Gracia + fe + amor = CRISTO. ¿Tienes a Cristo?, tienes el combo completo. Si no: NO.

Pensamiento del día:

Rechazar el regalo de Dios al hombre es rechazar la vida.