Si te muestro la foto de un bebé recién abortado, ¿qué ves? ¿Cuál es tu lectura?… tal vez tú me dirás: “Bueno, veo el horror de este crimen, ya aprobado en foros judiciales”. O “la locura de esa madre insensible que desestimó el fruto de su vientre”… Bien. Si ahora te muestro la foto de la persona récord Guiness por sus 2500 piercing en todo su cuerpo, ¿qué ves? “Bueno, veo hasta dónde puede llegar la locura humana por sobresalir. Veo a alguien con un gran complejo de inferioridad”… Bien. Y si te muestro la foto de dos homosexuales tomados de la mano y besándose, ¿qué ves? Quizás me dirás: “Veo la depravación y el libertinaje humano, que desestima el diseño de Dios para la familia”…

Bueno, muy bien. Y… ¿no ves nada más?… Pocos ven, tal vez, a una madre adolescente, desconsolada porque la traicionaron, le mintieron, y nunca se atrevió a contarles a sus padres lo de su embarazo, por temor al “desprestigio familiar”, al castigo y a la incomprensión con la que la criaron. Pocos fueron capaces de ver a un joven que se sintió ignorado por su adinerado padre ausente durante toda su infancia, que encontró en sus piercing la manera más real de llamar su atención. Y tal vez nadie vio en esos dos jóvenes intentando encontrar amor, el maltrato al que fueron sometidos por sus hermanos mayores, los abusos y burlas de la infancia, que desencadenaron en su confundida identidad sexual. No. Nadie vio eso, ¿verdad?… ¿Víctimas o culpables? ¿Qué es el ser humano posmoderno? Ambas cosas.

El hombre es pecador porque peca, pero a la vez peca porque es pecador. ¿Puedes verlo? Es seducido y arrastrado por sus malos deseos como una víctima, al mismo tiempo que escoge lo prohibido y avanza hacia ello. Jesús tuvo la percepción para ver una mujer, cuando todos veían a una adúltera. A un predicador, cuando todos veían a un endemoniado y a un líder, cuando todos veían a un pescador. Si te encuentras con Jesús no te escondas. Él no discrimina.

Pensamiento del día:

Aquel que puede ver lo invisible, podrá hacer lo imposible.