El Señor, en su oración de despedida de sus discípulos en el capítulo 17 del evangelio según narra San Juan, oró así: “Padre, los de este mundo los odian, pues ellos ya no son como esa gente, y tampoco yo soy así. No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas de Satanás”. En pocas palabras, lo que el Hijo le pidió al Padre es: “Déjales que sufran” Yo no lo entiendo de otra manera. Él mismo dijo que el mundo los odiaría y, a renglón seguido, dice: Pero no los saques de ese contexto adverso, permite que atraviesen la prueba pero guárdales del maligno. Nunca el Señor asoció el discipulado con el cese de sufrir, más bien advirtió que sería todo lo contrario: “En el mundo tendréis sufrimiento, pero confiad, Yo he vencido al mundo”. ¿Cómo puedo experimentar esa confianza en medio de la aflicción? ¿Cómo puedo vivir en un mundo que no es mi tierra natal, donde me ven como extraño extranjero y me oprimen??? La respuesta la tenemos en otro texto sagrado, Santiago capítulo 1: “Hermanos, cuando estén probados de diferentes maneras pueden sentirse súper alegres sabiendo que esa prueba producirá, entre otras cosas, paciencia”. (Paráfrasis del autor) La palabra clave aquí es “sabiendo”. ¿Qué necesito saber? Tres cosas. La primera ya la puse, el objeto de la prueba: “Tu fe”. No eres tú, es tu fe, tu carácter. Santiago habla de la prueba de tu fe, no de la prueba de ti. Al final saldrás con un carácter más maduro. En segundo lugar debes saber que ese proceso de prueba “produce”. Más adelante dice: “…para que seáis perfectos y cabales y no les falte nada”. Como un barco que zarpa del puerto con todos los implementos necesarios para el viaje, de la misma manera Dios quiere equiparte para el viaje de la vida y sus tormentas y para eso te hará sufrir. Y, en tercer lugar, debes saber que no estás solo, el verso cinco dice que si alguien no entiende lo que está pasando puede preguntarle a Dios porque siempre está a tu lado. Aunque tú no le veas en medio del sufrimiento Él sí te ve a ti y en eso debe descansar tu fe.

 

Pensamiento del día:

Un cristiano sin pruebas es como una flor de invernadero: bonita, pero débil.