Los seres humanos somos vasijas, somos como vasos. Llegamos vacíos a este mundo. A medida que crecemos nos vamos llenando de “cosas”. Ya adultos simplemente mostramos lo que tenemos dentro. “De la abundancia del corazón habla la boca”, dijo Jesús. Somos frascos que exhalan la fragancia de su interior. Algunos huelen a rencor por estar llenos de recuerdos traumáticos y enojos no perdonados. Otros a pesimismo, por guardar un récord de fracasos y derrotas que le dominan. Están, en cambio, los optimistas, los que siempre exhalan la fragancia positiva del aliento, del ánimo. Con aquellos las personas disfrutan de estar, con los otros no, obvio. Cuando estamos llenos de dulzura y buenos recuerdos, por más que nos sacudan nunca derramaremos ni una sola gota de agua amarga, pero cuando nuestro tanque emocional se encuentra vacío, necesita ser llenado para poder alinearnos con los motivadores, de lo contrario siempre seré yo el que deba ser motivado y alentado. Jesús fue una persona llena de gracia. Dice San Juan que Él era “lleno de gracia y de verdad”. Identificamos a una persona llena de gracia porque es alguien que da oportunidades a los demás. Es alguien que disfruta en ceder antes que imponerse, que ve primero la virtud antes que el error. ¡Cuánta falta hacen personas así a nuestro alrededor! ¡Qué bien nos hacen! Los otros, en cambio, los asesinos de la gracia, siempre marcan tus defectos antes que tus logros. Cada persona que pasa por tu vida da una pincelada más en el cuadro de tu existencia. Algunos pintan siempre colores hermosos, otros siempre negros, grises, oscuros, sombras. ¿Eres una persona llena de gracia? Si posees la vida de Jesús puedes serlo. Nuestro mundo necesita motivadores, estimuladores, optimistas, chistosos, positivos. Cuando alguien así se presenta en un grupo de amigos en pocos minutos todo es alegría. Tú puedes ser uno de ellos si el gozo de Dios está en medio de ti. Solamente Él puede cambiar tu amarga existencia en un dulce vivir de la mano de Jesús y de aquellos que hemos encontrado en Él un sentido a la vida.

Pensamiento del día:

La persona que está llena de gracia disfruta más en ceder que en imponerse.