Aquellos que dicen no creer en Dios o ponen en tela de juicio su influencia en la historia de este planeta argumentan que la religión se ha inventado para mantener asustadas a las personas. Dicen que es el “opio de las masas”, que aquellos que creen en Dios tienen la mente muy corta, que son estrechos en su manera de pensar y ver la vida. Pero una mente objetiva ve totalmente lo contrario. De hecho puedes observar que, naturalmente, nadie nace ateo. Parecería que todo ser humano ya viene a este mundo con cierta conciencia religiosa, con un sentido implantado en su mente que le inclina a creer en Dios. Puedes comprobarlo tú mismo preguntándole a cualquier niño si niega la existencia de Dios o la acepta y verás su respuesta. Por el contrario, aquellos que nos hemos apegado a considerar las maravillas de la ley de Dios experimentamos amplitud de mente. Aunque entramos por una puerta estrecha y baja, estrecha porque la mayoría escoge la otra, la amplia, la fácil, y baja porque todos deben atravesarla agachados y arrepentidos, una vez traspasada nos encontramos con un camino que se abre a nuestros ojos. Un sendero de oportunidades, de sueños, de proyectos ambiciosos, de nuevos amigos y de una familia hermosa, la familia de la fe. Dijo David en su excelso Salmo 119:32 “Corro por el camino de tus mandamientos, porque has ampliado mi modo de pensar”. Este texto me suena a libertad, “corro”, dice el salmista. Me siento libre, no hay cadenas que me aten, ni prejuicios ni rencores. “Has ampliado mi manera de pensar”, hay amplitud, hay desarrollo. Es que el ser humano encuentra su total realización en Dios, no en otro lugar. Nacemos con un hueco en el fondo de nuestro ser, y ese hueco tiene forma de Dios. Solamente en Él nos sentimos completos y ante nuestros ojos se abre una vida nueva, la verdadera vida. Esta experiencia va en aumento constantemente: “La senda de los justos es como la luz de la aurora que va aumentando hasta que el día es perfecto” (La Biblia).

Pensamiento del día:

Un hombre sin Dios es como un muñeco de cera.