El profesor alzó su mano en el curso universitario. Sostenía en alto un billete de 20 dólares. Hizo una pregunta a su clase y dijo: ¿Quién de los aquí presentes quisiera adueñarse de este billete? Después de unos segundos de silencio uno tras uno los alumnos comenzaron a alzar sus manos. Luego arrugó el billete entre su mano y repitió la pregunta exhibiendo el billete algo arrugado: ¿Quién de ustedes todavía sigue interesado en el billete? La misma cantidad de manos se volvieron a alzar. Luego arrojó el billete al piso y saltó varias veces sobre él pisándolo. Acto seguido, la misma pregunta y la misma respuesta. Por último, arrojó el billete al cesto de basura donde se mezcló con los residuos y volvió a preguntar a la clase: ¿Alguien aún sigue interesado en este billete? La respuesta fue la misma, todos querían aún aquel billete. Esta lección, es la lección que muchos no acaban de comprender y andan por la vida mendigando migajas que les hagan sentir valiosos como personas. Emociones fuertes, momentos de pasión, palabras de afirmación que alimenten sus ansias de prestigio, rodearse de bienes y pretender una seudo seguridad. No vales más por lo que hayas hecho, no vales menos por lo que te hayan hecho, vales mucho por quién te ha hecho: Dios. Debes saber que tu precio no se devalúa por las crisis que te sobrevengan. Pueden pisotearte, arrugarte y tirarte a la basura que tú sigues valiendo lo mismo si tienes tu identidad fundada en tu Creador. ¿Entiendes esto? Tu precio no depende de lo que tengas o de lo que te hayan hecho, depende de que hayas sido creado a la imagen de Dios. Eres un ser especial, único, hecho libre, inteligente y espiritual y, en la medida que encuentres y refuerces tu identidad en Aquel que es tu matriz, de cuya mente tú fuiste concebido, encontrarás tu propósito de vida. Dios te ama y pagó un alto precio por ti, entregó a su propio Hijo en la cruz. Eres de Dios y hacia Él vas. ¿Estás listo para ese encuentro?

PENSAMIENTO DEL DIA:

No vales más por lo que hayas hecho. No vales menos por lo que te hayan hecho, vales mucho por quién te ha hecho: Dios.