Mientras escribo estas sencillas reflexiones, mi país de residencia, Ecuador, vive conmocionado la visita del “Sumo Pontífice”: El Papa Francisco. Carismático, alegre y revolucionador, cautiva millones de almas de niños, jóvenes y adultos que flamean a su paso banderas con la estampa de su sonriente rostro. No solo banderas, camisetas, posters, sombrillas, pulseras, relojes, stikers, todo vale al momento de “lucrar con la fe”, la fe de tantas almas incautas que corren detrás de algo o de alguien que les inspire confianza en medio de un mundo descorazonado y despiadado. (Al mismo tiempo que ese alguien no le confronte con su estilo de vida pecaminoso, obvio). El título de “Sumo Pontífice” viene del latín Summux pontífex, que significa: máximo constructor de puentes. Este título, lo tenían los emperadores romanos, quienes debían incluir dentro de sus ocupaciones, el diseñar y construir puentes que mejoren el complejo vial de Roma.

La Palabra de Dios, la Biblia, presenta a Jesucristo como el Gran Sumo Sacerdote. Él es el Sumo Pontífice divino que construyó el único puente que comunica a los hombres con Dios  y a Dios con el hombre. Es por eso que, en realidad, sólo existen dos clases de religiones en el mundo, dos y no más, la que pretende llegar a Dios en base a esfuerzos (puentes humanos), y la que reconoce que hay un solo Mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo, hombre. Él es el único puente verdadero que te lleva al cielo y a Dios. El puente lo construyó Dios mismo usando madera de la cruz de Cristo y aquellos que creemos en esta obra vicaria, de iniciativa divina y consumada, hemos sido hechos justos y aceptos por Dios. Cuando Jesús nos visitó no hubo ni banderas ni aplausos sino sangre, sangre que ningún otro se atrevió a derramar por ti y por mí. . Dios ha colocado un puente, la Cruz de Cristo. Muchos escogen atajos, construyen sus propios puentes, para luego verlos derrumbarse vez tras vez y acabar en tragedia.

Pensamiento del día:

No olvides, hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte.