Habrás oído hasta el cansancio la conocida frase: “Más vale malo pero conocido que bueno por conocer”. Si la analizamos en profundidad nos encontraremos con cierto residuo con olor a resignación. ¿Cómo es eso de más vale lo malo?… Noooo. Nunca digas eso. Si te encuentras en medio de esas situaciones de incomodidad debes visualizar un punto fijo, buscar un consejo oportuno y avanzar hacia esa dirección, aunque todos los músculos de tus emociones te indiquen lo contrario. Es como el atleta exhausto que a metros de la llegada tiene todas las ganas de abandonar pero saca fuerzas de debilidad y corre los tramos finales hacia la meta. Muchas veces entramos en un capítulo negativo en nuestra experiencia de vida. Existe una tendencia arraigada en todo ser humano que nos lleva a aceptar con resignación circunstancias adversas y dejamos de soñar y luchar por algo mejor, nos abandonamos a la vida, renunciamos a toda esperanza de cambio y tú sabes que cuando se perdió las esperanzas se perdió todo. A todos nos pasa. Si te han vendido una vida color de rosas o un cristianismo en donde paras de sufrir ¡te han estafado! Lamento decírtelo. Muchas veces Dios  interviene haciendo que nuestras circunstancias se deterioren más aún hasta que el grado de incomodidad se torne intolerable y comencemos a desear otra vez el cambio. A veces esta es la única manera de hacer reaccionar a los que se han hundido en el pozo de la resignación.

Pero no todo está perdido. Lo increíble es que aún cuando hemos perdido toda esperanza nuestro Dios sigue luchando por nosotros. Si eres padre te habrás visto en situaciones donde alguno de tus hijos se hallaba en el fondo de la frustración y la desesperanza. Nuevamente reprobó la misma materia, su chico la abandonó, o perdieron otra vez la final del intercolegial. En medio de su tristeza encontraste la manera de animarlo y enseñarle que la vida debe continuar. Como Padre eterno Dios también se toma como un desafío personal el  movilizar al que ya no quiere moverse aunque a veces tenga que hacerlo a la rastra.

 

Pensamiento del día:

Decide  avanzar en medio de tu crisis, puede ser que el que haya provocado esa crisis sea Dios mismo.