La experiencia nos ha enseñado, que las voces de unos pocos fanáticos, no solo pueden prevalecer sobre el sentir de las mayorías, sino que también son capaces de sumir a las masas en una especie de hipnosis colectiva, en la que los hombres se mueven como marionetas, al antojo de sus líderes que controlan los hilos de la función. Los magistrados de las grandes potencias saben está técnica y la usan para sus logros egoístas. Pero ignoran que mucho más arriba del teatro de este mundo hay “Alguien” que es el verdadero
Director de la obra. Sucede que el ser humano siempre se ha creído superior a sus semejantes. Se han trazado y se continúan trazando fronteras raciales fragmentando esta raza que ya de por sí es una raza caída, discapacitada y condenada al fracaso. El fracaso de la muerte y el fracaso de su propia naturaleza carnal que le lleva de las narices a su autodestrucción. Son ellos mismos esclavos que esclavizan, tiranos tiranizados, enanos con aires de grandeza. Disfrutan de la función y son ellos mismos marionetas de sus pasiones.

Hasta que el hombre y la mujer no reconozcan la urgente necesidad de emancipación de sus almas nunca podrán levantarse más que del nivel de su propio suelo que les soporta. No,  mientras continuemos por la vida con la cabeza erguida por el orgullo, la autosuficiencia, y
la enajenación de nuestro Creador, nunca seremos nada, aunque vivamos creyéndonos que lo sabemos y lo tenemos todo. Tal vez las palabras del Hijo de Dios en su carta de despedida nos hagan reflexionar: “Así que tú dices: “Soy rico; me he enriquecido y no me
hace falta nada”; mira no te das cuenta de que el infeliz y miserable, el pobre, ciego y desnudo eres tú”. Existe un Dios en los cielos que gobierna sobre todo y desea gobernar sobre tu vida, Te llama, te espera, te advierte, pero la palabra final la tienes solamente tú.

PENSAMIENTO DEL DÍA:

El ser humano vive creyéndose que es dueño de todo y no sabe que llegará al fin de sus días con sus manos vacías. Esa es su mayor tragedia.