“Las moscas muertas hacen dar mal olor al perfume del perfumista; así una pequeña locura, al que es estimado como sabio y honorable.”

Este sabio refrán en tono de advertencia fue escrito por Salomón en el libro de Eclesiastés capítulo 10. Tal vez, de la experiencia recogida a lo largo de su vida, este rey aprendió en carne propia que en un solo momento de locura se puede echar por tierra toda una vida que exhalaba la fragancia de la sabiduría.  Fíjate que el perfume del perfumista no sufrió un “proceso” de pudrirse o dañarse de a poco. Se destaca que fue una mosca, un simple insecto, el que entró súbitamente al frasco y dañó todo su contenido. Creo que este sabio escritor nos quiere hacer notar lo peligroso de jugar con lo prohibido, porque basta un solo momento de locura para derribar años de buen testimonio.

Conocemos ejemplos de lo que intento decir y la misma Biblia está repleta de hombres y mujeres que llegaron alto y de sus alturas fueron derribados. Don Daniel Rogers sabe decir que “el árbol, cuánto más grande es, más ruido hace al caer”. Su experiencia en tantos viajes a la Amazonía le llevó a esta sabia conclusión. Es que al igual que el perfume que impregna con su delicado aroma a quienes lo disfrutan, así también algo dañado estorba y perjudica a los que lo huelen. No solo tú te caes, no solo tú te lastimas, no solo tu perfume se daña, son muchos y muchas los perjudicados cuando la locura de un arrebato de pasión te gobierna y te derriba. Tal vez Salomón pensaba en su propio padre, David, cuando redactaba este texto al escritor. Un hombre escogido conforme al corazón de Dios. Se descuidó, se confió, alardeó de sus privilegios y se metió en una cadena de lujuria, mentiras y crimen sólo levantado por la misericordiosa mano de Dios. ¿En quien piensas tú en estos momentos?… Piensa en ti, porque dice la Biblia que el que se cree estar firme mire que no caiga.

Pensamiento del día:

Basta un solo momento de locura para derribar años de buen testimonio.