¿Cómo sabes qué es de Dios y qué es tu impulso? La verdad es que es difícil distinguirlo, pero básicamente los impulsos persiguen deseos propios y los deseos de Dios actúan en beneficio de otros.
Creo que hay que poner mucha atención y actuar de inmediato a aquello que Dios te está llamando a hacer. Esto a su vez crea una práctica y ejercita tu sensibilidad a saber cuándo Dios te impulsa y cuándo son tus emociones.
Por lo general cuando actúas por tus propios intereses o impulsos, no tienes frutos duraderos, son sólo acciones casuales y aunque pueden ser de impacto, son muy efímeros.
En cambio, cuando haces algo motivado por Dios es trascendental, impacta vidas y tiene fruto eterno.
Otra característica de hacer algo impulsado por Dios es que te da valor de enfrentar cualquier situación o a cualquier persona; algo que quizás no lo harías por tus propias fuerzas.
¿Sientes la guía de Dios?
¿Identificas la guía de Dios?
¿Estás dispuesto a asumir los riesgos?
Nelson tienes razón, es dificil distinguir entre mis impulsos y los que vienen de Dios, pero tienen un poder bien amplio al punto de transformar mi vida y la de otros. Esta reflexión me parecio simplemente poderosa y me la disfrute. Voy a meditar mucho en esto. Amo la palabra de Dios y como me ministra. ¡Dios es bueno! Te bendigo Nelson.
Gracias Ismael por tu comentario, creo que la cercanía y comunión con el Espíritu nos permite distinguir entre nuestros impulsos y su voluntad. Todo impulso de Dios te llevará a la verdad que refleje su gloria.