¿Cómo sabes qué es de Dios y qué es tu impulso? La verdad es que es difícil distinguirlo, pero básicamente los impulsos persiguen deseos propios y los deseos de Dios actúan en beneficio de otros.

Creo que hay que poner mucha atención y actuar de inmediato a aquello que Dios te está llamando a hacer. Esto a su vez crea una práctica y ejercita tu sensibilidad a saber cuándo Dios te impulsa y cuándo son tus emociones.

Por lo general cuando actúas por tus propios intereses o impulsos, no tienes frutos duraderos, son sólo acciones casuales y aunque pueden ser de impacto, son muy efímeros.

En cambio, cuando haces algo motivado por Dios es trascendental, impacta vidas y tiene fruto eterno.

Otra característica de hacer algo impulsado por Dios es que te da valor de enfrentar cualquier situación o a cualquier persona; algo que quizás no lo harías por tus propias fuerzas.

¿Sientes la guía de Dios?
¿Identificas la guía de Dios?
¿Estás dispuesto a asumir los riesgos?