Me han escrito muchas veces o me han dicho en las iglesias: “¿cuál es el modo correcto de orar?” o lo que es más gracioso, me han dicho: “por favor ore por mí que usted está más cerca de Dios.”
En realidad es difícil poner una receta o formula, como palabras mágicas, que hacen que todo suceda; porque la oración es el reflejo del corazón.
Si eres sincero en tu petición las palabras fluyen y es oído sin dudas, pero si oras sin razón también se ve.
Nehemías hace una oración que muestra un modo correcto de llegar ante Dios:
1- Reconocer su poder y soberanía.
2- Recuerdar las promesas de Dios.
3- Rogar por ser escuchado.
4- Identificarse con el pecado y sus consecuencias.
Admitir nuestra fragilidad, nuestro pecado y nuestras necesidades son fundamentales para acudir a Dios con humildad.
A veces oramos sin pensar, con soberbia y hasta con rebeldía, reclamando a Dios y no poniendo en sus manos y dejando que Él cumpla su voluntad.
Conversa con Dios, tómate un café y toma el ejemplo de Nehemías al orar.
¿Cómo oras?
¿Reconoces la soberanía de Dios?
¿Admites tus responsabilidades ante el pecado?