Una redacción más lógica en las palabras finales de este texto hubiera sido: “Dios LES da todo en abundancia (a los ricos), para que lo disfruten”. ¡Pero no! Aunque es una realidad el hecho de que sólo algunos tienen mucho (esto ha sido y seguirá siendo así), también es verdad que una vida de disfrute abundante está a disposición de “TODOS”.

Sí. La diferencia no radica en cuánto tengas sino en cuánto necesites, pues no es más rico el que más tiene sino el que menos necesita para ser feliz. Te animo a que leas todo el contexto de este capítulo seis en el que Pablo le deja como legado a su hijo espiritual Timoteo, la principal lección de vida que podamos adquirir en este materialista mundo en el que vivimos: EL CONTENTAMIENTO.

El disfrute no es patrimonio exclusivo de los ricos. Es más, creo que la mayoría de ellos son los que menos disfrutan. Puedo ser un rico y vivir como miserable o ser pobre pero enriqueciendo a muchos con mi optimismo. (Al estilo de Jesús). El estado de descontento, la codicia (que es idolatría), los celos y la envidia son armas de destrucción masiva para la mente y el corazón de cualquier ser humano. Es este el germen de otros males como el híper activismo, el materialismo, el estrés (que ya no es tres, es cuatro, y es cinco, Etc.) Así vivimos con las caras largas y el ánimo tenso, afectando y contagiando a todos los que nos rodean con el virus del descontento.

Quizá deberíamos enfocarnos más en lo que Dios nos ha dado a nosotros que en lo que Dios le ha dado a los demás. A veces nuestra actitud se asemeja a la del ganado vacuno que se esfuerza por comer el pasto del corral del vecino, desgarrando sus cuellos entre el alambrado de púas, ignorando que a sus espaldas tiene el mismo alimento.

Debemos aceptar que Dios nos ha hecho mayordomos de las posesiones que sabe que podemos administrar. Si tienes poco quizá sea porque Él sabe que no puede confiarte mucho. Si tienes mucho quizá sea porque Él sabe que no puede confiarte poco.

Pensamiento del día:

El disfrute no es patrimonio exclusivo de los ricos. Es más, creo que la mayoría de ellos son los que menos disfrutan.