Se corrió el rumor de la muerte de uno de los integrantes del grupo de música “One direction”. Aún no se había confirmado la noticia y se reportaron 115 muertes por suicidio de adolescentes fans de ese grupo. Esto es una tragedia de proporciones épicas y muestra a las claras una nefasta realidad que nos alcanza cual tsunami. Niños, adolescentes y jóvenes se abren paso en medio de esta despiadada sociedad que cada día se parece más a una “suciedad” por estar atestada de cuánta basura informática y consumista aparezca en escena. La Pasarella de la moda presenta a artistas rodeados de glamour y cierta imagen de éxito que seduce  a las nuevas generaciones infectando sus tiernos pensamientos y ensuciando sus mentes con sueños de realización, éxito y fama que no son otra cosa que espejismos en un desierto. Sí, En el desierto de sus emociones, mayormente carentes de afectos por no contar con la contención del hogar, con su tanque emocional vacío por padres ausentes por trabajo, trabajo y más trabajo. Así se lanzan detrás de “vanidades ilusorias” y llegan  a abrazar como ícono de vida el estándar de estos famosos que venden por el mundo su fachada de alegría
maquillada.

Dos cosas llegan a ser letales para estas vidas en formación. Primero darse la cara con la realidad de que nunca podrán llegar a ser como ellos, y la segunda es, como en este caso, enterarse de que sus ídolos no son tan ídolos, porque mueren, fracasan o envejecen. Sólo queda la oquedad, el vacío, la frustración y la desesperanza. Dijo el salmista “No existe bien para mí que se encuentre fuera de ti.” ¡Qué lindo! Esa es la verdadera realización de la vida, encontrar en Jesús y en su mensaje satisfacción plena y seguridad eterna.  Eres un diseño exclusivo de Dios y todo intento por querer ser lo que Dios nunca tuvo en mente que seas está condenado al fracaso. Habrá cosas que tú no serás capaz de hacer pero habrá también otras que sí y que nadie podrá hacerlas como tú. Descubre en intimidad con Dios Su Plan para tu vida.

PENSAMIENTO DEL DÍA

Todo intento por querer ser lo que Dios nunca tuvo en mente que
seas está condenado al fracaso.