La Biblia es el libro inspirado, o soplado, por Dios. Esta es la razón por la cual la Biblia no contiene errores ni contradicciones de ninguna naturaleza. Los cuatro evangelios registran el evento de la resurrección del Señor Jesucristo, pero no se trata de una cuádruple repetición de lo mismo. Cada evangelio presenta su particular enfoque y la labor del intérprete bíblico es integrar todo para tener el cuadro completo. Así que, veamos cómo lo relata Mateo, en lo que tiene que ver con los ángeles únicamente. Mateo 28:2 y luego el 5. La Biblia dice: Y hubo un gran terremoto;  porque un ángel del Señor,  descendiendo del cielo y llegando,  removió la piedra,  y se sentó sobre ella. Mas el ángel,  respondiendo,  dijo a las mujeres:  No temáis vosotras;  porque yo sé que buscáis a Jesús,  el que fue crucificado.

Ahora veamos como lo relata Marcos. Marcos 16:5-6 dice: Y cuando entraron en el sepulcro,  vieron a un joven sentado al lado derecho,  cubierto de una larga ropa blanca;  y se espantaron. Mas él les dijo:  No os asustéis;  buscáis a Jesús nazareno,  el que fue crucificado;  ha resucitado,  no está aquí;  mirad el lugar en donde le pusieron.

Consideremos ahora el relato de Lucas. Lucas 24:2-4 dice: Y hallaron removida la piedra del sepulcro; y entrando,  no hallaron el cuerpo del Señor Jesús.  Aconteció que estando ellas perplejas por esto,  he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes;

Por último veamos el relato de Juan. Juan 20:11-12 dice: Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro;  y mientras lloraba,  se inclinó para mirar dentro del sepulcro;

Joh 20:12  y vio a dos ángeles con vestiduras blancas,  que estaban sentados el uno a la cabecera,  y el otro a los pies,  donde el cuerpo de Jesús había sido puesto.

Mirando los detalles en cada caso, se llega a la conclusión que fueron dos los ángeles quienes estaban presentes en la tumba donde fue puesto el cuerpo del Señor Jesús, tal cual como lo registra Lucas y Juan. Mateo y Marcos mencionan a un solo ángel, no porque hubiera uno sólo, sino porque Mateo y Marcos hicieron referencia únicamente al ángel que dirigió la palabra a las mujeres.

De esta manera se desvanece cualquier error o contradicción que aparentemente existe en el relato de este evento en los cuatro evangelios.