La clave para una adecuada definición de lo que es ser lleno del Espíritu se encuentra en Efesios 5:18 donde leemos lo siguiente: «No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución, antes bien sed llenos del Espíritu.» En este texto, a la par de contrastar la embriaguez con la llenura del Espíritu Santo, también se hace una comparación y es esta comparación las que nos proporciona la clave para entender el significado de la llenura del Espíritu Santo. La comparación se refiere al control o la dirección. La persona ebria está sometida al control del alcohol que ha consumido.

Como consecuencia de ello piensa y actúa de maneras que normalmente le resultarían extrañas. De igual modo la persona que está llena del Espíritu Santo está bajo el control de dicho Espíritu y también actúa de maneras que no le son naturales. Esto, por supuesto, no quiere decir que dichas maneras de actuar son descontroladas o anormales, sino que la persona se comporta de un modo distinto al que tenía en su vieja vida. De modo que, estar lleno del Espíritu Santo significa simplemente estar sometido a la dirección de dicho Espíritu. Es necesario indicar también que la llenura del Espíritu Santo no es una opción para el creyente sino un mandato. El texto que leímos en Efesios 5:18 contiene el verbo conjugado en modo imperativo «sed llenos» y esto significa una orden. Por tanto, se espera que todo creyente sea lleno del Espíritu, y de no serlo, entonces se debe considerar como pecado, por cuanto equivale a desobedecer un mandamiento de la palabra de Dios.

Otra característica notable de la llenura del Espíritu Santo es que se trata de una experiencia que se repite. El verbo que expresa el mandato a ser llenos, en su forma griega está en tiempo presente y comunica la idea de que debe ser algo continuo, una manera de entender esta orden sería: «continuamente sed llenos del Espíritu Santo». El hecho de que se puede repetir la experiencia constituye una bendición, porque si así no fuera, ningún creyente permanecería lleno del Espíritu Santo por mucho tiempo, porque el pecado interrumpe el dominio del Espíritu.

En cuanto al resultado de ser lleno del Espíritu Santo, existe la idea equivocada de que la llenura del Espíritu Santo se manifiesta en hablar en lenguas, en hacer milagros, en desmayarse, en llorar, en realizar sanidades, en interpretar lenguas. Pero un cuidadoso estudio del resultado de ser lleno del Espíritu Santo va a mostrar que la llenura del Espíritu Santo no se manifiesta en una capacidad para realizar cosas sobrenaturales, sino en un carácter semejante al de Cristo, mostrando el fruto del Espíritu Santo según aparece en Gálatas 5:22-23. La Biblia dice: Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
La llenura del Espíritu Santo se manifiesta también en una vida de adoración, alabanza y agradecimiento, según Efesios 5:18-20. La Biblia dice: hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Por último la llenura del Espíritu Santo se manifiesta en una vida de sumisión a los demás, según Efesios 5:21. La Biblia dice: Someteos unos a otros en el temor de Dios.