Desde hace algún tiempo en el departamento donde vivo se siente olores extraños, como a azufre, la salud de mi esposa ha decaído mucho, también ha decaído nuestra situación económica y especialmente en mi esposa se ha presentado un desánimo total en el área espiritual. Mi esposa ha visitado a una hermana en la fe, quien le ha dicho que lo que está pasando con nosotros es porque nos han hecho brujería. De aquí nace mi inquietud.

La brujería pertenece al mundo del ocultismo controlado por Satanás. Según la Biblia, la brujería tiene que ver con personas que emplean fórmulas mágicas, o encantamientos, para obtener poderes provenientes del mundo invisible. El vínculo estrecho entre la brujería y Satanás motivó a Dios a exhortar a su pueblo escogido que se aparte de la brujería o hechicería. Note lo que dice Deuteronomio 18:10-12. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego,  ni quien practique adivinación,  ni agorero,  ni sortílego,  ni hechicero,  ni encantador,  ni adivino,  ni mago,  ni quien consulte a los muertos.  Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas,  y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.

El creyente que confía en Dios y obedece su palabra debe evitar toda relación con cualquier práctica del ocultismo, especialmente lo tocante a la adivinación, o a alguna ayuda milagrosa, entre comillas, para resolver los problemas apremiantes de su vida. Es bien sabido que Satanás y sus demonios son enemigos poderosos, como dice Efesios 6:12, pero tampoco el creyente debe adoptar una actitud de derrota ante este poderoso enemigo. Dios capacita al creyente para vivir gozosamente en victoria sobre Satanás y todas sus fuerzas malignas. Note lo que nos dice Santiago 4:7  Someteos,  pues,  a Dios;  resistid al diablo,  y huirá de vosotros.

Además Dios nos ha equipado con una armadura completa para defendernos de los ataques satánicos. Por esto encontramos textos como 1 Juan 5:18 donde dice lo siguiente: Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios,  no practica el pecado,  pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda,  y el maligno no le toca.

Yo no tengo explicación a ese olor a azufre que ha inundado el departamento en el cual viven. Algún día Satanás va a ser arrojado al lago de fuego que arde con azufre, pero por ahora Satanás no se manifiesta como un ser espantoso rodeado de una nube de azufre sino como un ángel de luz. Los problemas de salud de su esposa, y los problemas económicos, perfectamente podrían ser pruebas enviadas por Dios o tal vez consecuencias de algunas malas decisiones que como creyentes han tomado. La debilidad espiritual en su esposa podría perfectamente estar relacionada con algún pecado no confesado. Todo esto para hacerle reflexionar en el hecho que, si usted y su esposa son fieles creyentes, no hay razón para atribuir a la brujería lo que les está pasando. Los creyentes estamos protegidos por Dios, somos templo del Espíritu Santo, tenemos a nuestra disposición una efectiva armadura espiritual en contra de los ataques del maligno, y por tanto no debemos tener temor de ser lastimados por Satanás y los brujos. Le aconsejo que busque más al Señor en su palabra y que madure espiritualmente. De este modo podrá estar sometido a Dios, y como resultado podrá resistir al diablo y el diablo huirá de usted.