Otro de los grandes enemigos que tenemos en la obra que estamos haciendo, ya sea un trabajo en tu iglesia, tus estudios o proyectos de vida; es no recordar quién es Dios.

El olvido o la distracción del blanco en tu vida hacen que te entretengas en los pormenores y te sientas abrumado.

Muchos se pierden en los diferentes tonos dos grises y no miran al que los llamó a su obra y a la larga se desaniman.

Nehemías comenzó por recordarles quién es Dios y su poder, lo que Él es capaz de hacer y les recordó qué tenían que hacer, les dio el incentivo necesario: “pelen por hijos, esposas y casas; peleen por lo que es suyo.”

Tener presente quién es Dios te da la confianza de que, si está de tu lado, vas a alcanzar tus metas.

No saber cuáles son tus fuerzas y recursos te deja en desventaja porque tampoco sabrás cómo luchar. Así que recuerda quién es Dios y qué ha hecho en tu vida y cómo podría obrar si dejas todo en sus manos.

Alábalo hoy por su grandeza, su poder y su misericordia en ti.

¿Te olvidaste quién es Dios y quién eres tú para Él?

¿Recuerdas sus obras del pasado?

¿Lees la Biblia? Esto te ayudará a conocer cómo actúa Dios.