¿Cuántas veces oraste por ti mismo? No me refiero a la típica oración de “bendíceme este día”, sino a “Señor, bendíceme según mi integridad y todo lo que hago”.

Creo que, si lo pongo desde esta perspectiva, ni yo podría pedir nada por mí.

Quizás, si pensamos y oramos de esta forma nos podría llevar a dos cosas:

  • Pedir de una forma mesurada, sin exageraciones, porque serían consecuentes con nuestros actos.
  • Actuar de una forma más responsable y no tan a la ligera.

No digo que hay que pensar de una forma compensativa con Dios, como si Él nos daría según lo que hacemos, pero sí, en el sentido de que nuestras acciones estarían respaldando nuestra libertad de pedir.

Algunas personas viven de forma irresponsable, deshonrando el nombre de Cristo y luego como si no tuvieran culpa de sus actos vienen y piden a Dios como si Él fuera una despensa.

¿Te imaginas cómo sería nuestra vida si Dios nos diera las cosas según lo que hacemos? Menos mal existe su gracia. Conversa con Él en una taza de café.

¿Haces algo para merecer la atención de Dios?
¿Crees que Dios responde según tus acciones?
¿Qué sugieres de cómo debemos orar? Coméntalo por favor.