Dios decidió usar un error de Israel para su gloria y medida de disciplina a su pueblo, ellos habían desobedecido al no echar a las naciones de su alrededor como Dios les había mandado, entonces el Señor los dejó ahí para que sean de prueba constante, para ver si ellos iban a obedecer o no.

Puede que tú obedezcas parcialmente lo que Dios pide de ti y luego tienes que arrastrar con cargas de por vida, pero estas cargas te recuerdan constantemente que debes obedecer y no volver por el mismo camino. Así que no es tan malo cuando Dios permite que eso siga en tu vida porque te ayuda a alejarte del pecado. Tómate un café con Dios mientras te comprometes a obedecer sus mandamientos.

¿Estás obedeciendo plenamente? ¿Dejas las cosas a medias?