Gracias por su pregunta. Antes de ir a la respuesta, será bueno señalar que en el Nuevo Testamento existen tres palabras diferentes que denotan a una misma persona. Son las palabras anciano, obispo y pastor. Los ancianos, obispos o pastores en una iglesia local no llegan a ocupar ese oficio sobre la base de sus estudios teológicos o sobre la base de su condición social, o sobre la base de su condición económica, o sobre la base de su capacidad para hablar en público, o sobre la base de su antigüedad en la iglesia local o sobre la base de su estado civil, es decir si es soltero o casado o viudo.

El Nuevo Testamento muestra con absoluta claridad que para ser anciano, obispo o pastor, un creyente necesita cumplir con requisitos que tienen que ver única y exclusivamente con su carácter. Estos requisitos aparecen en 1 Timoteo 3:1-7 y en Tito 1:6-9. Los dos pasajes bíblicos tratan sobre el mismo asunto.

Permítame leer el primero de ellos. Dice así: Palabra fiel:  Si alguno anhela obispado,  buena obra desea.  Pero es necesario que el obispo sea irreprensible,  marido de una sola mujer,  sobrio,  prudente,  decoroso,  hospedador,  apto para enseñar;  no dado al vino,  no pendenciero,  no codicioso de ganancias deshonestas,  sino amable,  apacible,  no avaro;  que gobierne bien su casa,  que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad  (pues el que no sabe gobernar su propia casa,  ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?);  no un neófito,  no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.  También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo.

Estos son los requisitos que deben cumplir los ancianos, obispos o pastores en una iglesia local. Uno de esos requisitos es que el anciano debe ser marido de una sola mujer. Esto ha conducido a muchos a la errada conclusión que el anciano, obispo o pastor debe ser obligatoriamente casado, pero en realidad no es así. Este requisito no tiene que ver con el estado civil del anciano, obispo o pastor. Esto significa que puede haber ancianos obispos o pastores que son solteros, puede haber ancianos obispos o pastores que son casados, y ciertamente puede haber ancianos obispos o pastores que son viudos. Si el requisito no tiene que ver con el estado civil del anciano obispo o pastor, entonces ¿con qué tiene que ver? Pues, tiene que ver con la pureza moral en el área sexual del anciano obispo o pastor.

El anciano, obispo o pastor debe ser varón de una sola mujer, esto significa una vida de pureza en lo sexual, no importa si el anciano es soltero, o casado, o viudo. Si el anciano, obispo o pastor es soltero, debe abstenerse de cualquier práctica relacionada con la sexualidad. En caso de ser casado debe ser absolutamente fiel a su esposa. Si es viudo, debe mantenerse apartado de cualquier práctica relacionada con la sexualidad. De manera que, si un anciano obispo o pastor ha enviudado, perfectamente puede seguir ejerciendo su oficio. No está por demás señalar que un anciano obispo o pastor que ha enviudado está en capacidad de casarse siempre y cuando sea en la voluntad del Señor.