La pregunta del día es de una persona que cree que no existe el pecado porque Jesucristo murió por todos nuestros pecados. También cree que no existe el diablo porque Jesús lo destruyó en la cruz. También cree que ya no debemos desear bendición a otros porque ya hemos sido bendecidos con toda bendición. Cree que ya somos totalmente santos, sin pecado, porque Jesús nos santificó. Finalmente cree que no existe el infierno. Pregunta nuestra opinión sobre esto.

Gracias por su pregunta. Vayamos por partes. Esta persona dice que ya no hay pecado porque Cristo murió por nuestros pecados. La muerte de Cristo hizo posible que todos nuestros pecados pasados, presentes y futuros sean perdonados. Eso no significa que no haya pecado. Note lo que dice 1 Juan 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.

Aunque hemos sido perdonados de todo nuestro pecado, el pecado existe. La voluntad de Dios es que no nos rindamos al pecado. Esta persona dice que el diablo no existe porque Cristo le destruyó en la cruz. Bueno, la muerte de Cristo asestó una herida mortal al diablo. Pero el diablo todavía tiene su poder y está vivo en el universo, hasta que llegue el tiempo cuando sea arrojado al lago de fuego. ¿Cómo lo sabemos? Pues solo hace falta ver cómo está el mundo en la actualidad. Además, 1 Pedro 5:8 dice: Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; El diablo, aunque herido de muerte, sigue vivo, sigue siendo el adversario del creyente, por eso tenemos que ser sobrios y velar, en el sentido de estar alerta. El diablo es como un león rugiente que anda alrededor buscando a quien devorar. Si el diablo estuviera destruido, Pedro no habría dicho estas cosas.

Esta persona dice que ya no debemos desear bendiciones a otros porque ya hemos sido bendecidos. Bueno, efectivamente los creyentes hemos sido bendecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según Efesios 1:3 pero eso no quita que bendigamos a otros. 1 Pedro 3:8-9 dice: Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición. Los creyentes debemos bendecir a los demás. Esta persona dice que ya somos santos, sin pecado, porque Jesús nos santificó. Bueno, posicionalmente somos santos, pero en la práctica todavía distamos mucho de ser santos en el sentido de no tener pecado. Por eso Juan dice lo siguiente según 1 Juan 1:9-10 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros. Posicionalmente somos santos, pero en la práctica, en el diario vivir, todavía como creyentes pecamos y por eso necesitamos confesar el pecado y apartarnos del pecado.

Esta persona dice que no hay infierno, pero note lo que la Biblia dice según Apocalipsis 20:15. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego. El lago de fuego es el infierno, el lugar de eterna condenación para todos los que salen de este mundo sin el perdón de sus pecados. De modo que, lo que esta persona cree no se ajusta en absoluto a lo que dice la palabra de Dios.