Por supuesto que no es cierto que, si una persona recibe a Cristo como Salvador, puede seguir pecando sin ningún problema. La razón para esto es que cuando una persona de verdad recibe a Cristo como Salvador, Dios hace de esa persona una nueva criatura. 2 Corintios 5:17 dice: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.”
Esta nueva criatura tendrá una nueva mente para conocer a Dios, tendrá un nuevo corazón para amar a Dios y tendrá una nueva voluntad para obedecer a Dios. La naturaleza de esta nueva criatura procurará hacer las cosas que a agradan a Dios.
Así que, si una persona dice que ha recibido a Cristo como Salvador, pero vive en el pecado, y peor todavía, está convencido de que no hay problema con pecar todo lo que quiera, porque ya es salvo, entonces se deduce que esta persona jamás ha nacido de nuevo, jamás ha sido hecho una nueva criatura. En esencia, sigue en el estado de muerte espiritual. Nunca ha llegado a tener vida espiritual.
No nos engañemos amable oyente, al árbol se reconoce por su fruto. Eso fue lo que dijo el Señor Jesús. Note, se encuentra en Mateo 7:15-20 “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado, y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis.”
Allí lo tiene. El fruto indica el tipo de árbol. Cuando se ve manzanas en las ramas de un árbol, se deduce que ese árbol es un manzano. Un manzano no puede dar uvas. De igual manera, cuando una persona practica el pecado como si no hubiera nada de malo en eso, se deduce que esa persona no es creyente, aunque se mate diciendo que lo es.
Observe lo que dice 1 Juan 3:7-8 “Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”
En conclusión entonces, no es cierto que si yo acepto a Cristo como Salvador, puedo seguir pecando sin ningún problema, porque esto no afecta mi salvación.