En el pasaje de 1 Pedro 3:18-20 se habla de que Cristo murió una sola vez y en el versículo 19 se menciona que fue y predicó a los espíritus encarcelados. Hace referencia a los días de Noé. Yo quisiera saber si Jesús predicó a las personas que murieron en la época de Noé, pues eso es lo que me parece entender.


1 Pedro 3:17-20 dice: “Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal. Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho fueron salvadas por agua.”

El contexto general de este pasaje bíblico tiene que ver con que a veces la voluntad de Dios para sus hijos es que padezcan injustamente. El apóstol Pedro presenta a Cristo como el mejor ejemplo de alguien que padeció injustamente en la voluntad de Dios. El sacrificio de Cristo por los pecados fue único y final.

Bajo el antiguo pacto los judíos tenían que ofrecer sacrificio tras sacrificio, pero el sacrificio de Cristo en la cruz es único y final.

Por eso es que ya no hace falta más sacrificios por el pecado. El sacrificio de Cristo fue vicario o en lugar de otro. El justo Cristo fue sacrificado en lugar de todos los injustos. El sacrificio de Cristo tuvo el propósito de llevar a los injustos a Dios.

El sacrificio de Cristo significó para él una muerte violenta. A esto se refiere la frase: Siendo a la verdad muerto en la carne. El sacrificio de Cristo sin embargo no alteró su condición divina. A eso se refiere la frase: Pero vivificado en espíritu.

En cuanto a esto último, es necesario señalar que algunos intérpretes lo han entendido en el sentido de una aseveración de la resurrección de Cristo. Hasta aquí no existe mayor inconveniente en la interpretación de este texto.

Pero a partir de aquí entramos a un pasaje bíblico, compuesto por los versículos 19 y 20, que es de difícil interpretación. Inclusive, algunas doctrinas erradas han partido de una interpretación equivocada de estos versículos. Me refiero a la doctrina del purgatorio y a la doctrina de la salvación universal de los incrédulos.

A mi modesto entender, lo que significa es que después que Cristo murió en la cruz, su espíritu fue al abismo donde están prisioneros los demonios que a causa de su extrema impiedad y peligrosidad fueron encerrados en los días de Noé. En su espíritu Cristo fue a anunciar a estos demonios su victoria sobre ellos en la cruz.

Esta interpretación descansa en Colosenses 2:14.15 donde dice: “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz, y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.”

No está por demás señalar que esta interpretación tiene sus adherentes y sus detractores. Hombres fieles al Señor y muy conocedores de la Biblia han propuesto otras interpretaciones.

Mi recomendación es que estudie a fondo el pasaje, tomando en cuenta los textos paralelos, para adoptar una posición personal al respecto. Una vez que lo haga, defiéndala cuando tenga oportunidad, pero evite tildar de herejes a los que no han arribado a su misma conclusión.