¿Has sido víctima de mentiras e injurias? Creo que todos de alguna forma.
Otros son víctimas de los prejuicios, de resoluciones tomadas antes de conocerte. Te critican, te etiquetan de alguna forma sólo por comentarios maliciosos de otros.
Sambalat, al no poder distraer a Nehemías de su misión, trató de desacreditarlo y ponerlo como un rebelde.
Es interesante, pero muchas veces los celos tienen este efecto, de tratar de desacreditar a aquel que está haciendo algo que incomoda a los que no hacen nada.
A lo largo de los años en el ministerio y vida de iglesia lo he visto muchas veces, lo he sufrido y me atrevo a decir que quizás lo he hecho. Es que parece que ensuciar a otros con chismes les hará desistir de su trabajo.
El problema es que no es el trabajo de una persona a la que nos estamos oponiendo, sino a la obra de Dios, y eso es cosa seria.
Date un tiempo para examinar con Dios cómo estás actuando ante el trabajo de otros. Tómate un café y piénsalo.
¿Te molesta que otros hagan cosas donde tú no tienes el control?
¿Hablan mal de ti?
¿Has sufrido la murmuración por lo que haces?