La regla es que si persistes, la resistencia aumentará proporcionalmente, lo bueno es que así como aumenta la oposición también la gracia, para que tengas fuerzas y continuar.
Cuando el pueblo de Israel tuvo ánimo para trabajar surgió mayor oposición, el ataque fue más feroz y se unieron más para conspirar contra ellos.
Así que no te asombres si al continuar en tu vida cristiana sientas que las cosas se ponen peor, habrá gente que querrá hacerte daño, pero la gracia de Dios te dará fuerza.
Jesús dijo: “bienaventurados los que son perseguidos por mi causa”.
El problema está en desistir, en bajar la guardia y dejar todo a medias porque te atemoriza la oposición.
No quites la mirada de Dios y su poder ya que Él es quien te defiende, quien te anima y da fuerzas; si crees que ya no puedes más, eso es bueno; porque mientras crees que puedas no le das oportunidad a Dios a que obre.
Busca esa fortaleza y refugio en Él, toma un tiempo para estar a solas con Dios y no prestes atención a las amenazas de los que conspiran contra ti.
¿Temes a la oposición?
¿Te das cuenta que la oposición surge porque estás haciendo algo bueno?
Anímate y continua sin desmayar lo que Dios puso delante de ti.