No sé si has pasado por momentos en tu vida que no sabes qué hacer; en mi caso sí y tuve que llorar y lamentar, la desolación y el dolor causado por el pecado me habían dejado inmóvil, fue entonces cuando tuve que recorrer las calles de mi vida y reconocer el área devastada para saber qué hacer luego.
Creo que parte del proceso de restauración en tu vida tiene que ser este paso de hacer un reconocimiento de cómo están tu murallas y puertas. Nehemías dio un recorrido sin decir a nadie, sin alboroto, fue silencioso pero obtuvo la información que necesitaba.
Puedes comenzar hoy por hacer un paseo por tu vida, mira tus muros, tus pórticos, tus estanques, tus jardines y evalúa cómo estás; sabrás en ese momento qué tienes que hacer o por lo menos a quién debes buscar para ayudar a reconstruir y restaurar tu vida.
No esperes que el desastre llegue para comenzar a hacer algo por ti. Examina caminando con Dios y que Él te pueda mostrar lo que debes reparar.
¿Examinas tu vida de vez en cuando?
¿Cuándo fue la última vez que miraste tu interior y relación con Dios?
Busca a quién te pueda ayudar a restaurar lo caído en tu vida.