El rapto o arrebatamiento se refiere al momento cuando el Señor Jesús vendrá desde el cielo hasta las nubes para sacar de este mundo a su pueblo, la iglesia de Cristo, para estar para siempre con él. En el arrebatamiento participarán absolutamente todos los que han recibido al Señor Jesucristo como su personal Salvador, no importa si están vivos o están muertos. Los que estén vivos serán transformados en un abrir y cerrar de ojos y los que ya hayan muerto serán resucitados. El arrebatamiento se fundamenta en textos como 1 Tesalonicenses 4:14-18, donde dice lo siguiente: Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.

Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras
En ninguna parte de este pasaje bíblico se declara o se insinúa siquiera, que solamente algunos creyentes participarán en el arrebatamiento. De esto se desprende que en el arrebatamiento participarán absolutamente todos aquellos que han recibido al Señor Jesucristo como su Salvador, no importa si están vivos cuando ello suceda o si han muerto antes de que ello suceda. Por otro lado, arrebatamiento parcial significa que solamente los creyentes maduros, o fieles o consagrados participarán en el arrebatamiento, mientras que el resto de creyentes, es decir los que no son maduros ni fieles ni consagrados se quedarán en la tierra para pasar por la tribulación que acontecerá inmediatamente después del arrebatamiento. Lamentablemente esta creencia no tiene sustento bíblico ni en 1 Tesalonicenses 4:13-18 ni tampoco en otro pasaje bíblico que también trata el tema del arrebatamiento y se encuentra en 1 Corintios 15:51-54. Permítame leer este pasaje bíblico.

La Biblia dice: He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria.
No todos los creyentes habrán muerto cuando acontezca el rapto. Sin embargo, absolutamente todos los creyentes, sin importar su condición espiritual, seremos transformados para participar en el arrebatamiento. De esto se desprende que el arrebatamiento es un acontecimiento en cual participarán absolutamente todos los creyentes, no solamente los maduros o los fieles o los consagrados. Si no fuera así, ¿Cuán maduro tendría que ser un creyente para participar en el arrebatamiento? ¿Provee la Biblia algún indicio? Absolutamente no. La Biblia exhorta a que todos los creyentes debemos ser maduros en Cristo, pero no dice cuál es la medida de madurez para poder participar en el arrebatamiento, si existiera un arrebatamiento parcial.