Bueno, tan pronto la iglesia sea arrebatada por el Señor, en la tierra se iniciarán siete años de tribulación. Este tiempo está dividido en dos períodos de tres años y medio cada uno. El primero conocido simplemente como tribulación y que está descrito en Mateo 24:4-14. El segundo conocido como gran tribulación cuyo inicio tendrá lugar cuando se vea en el lugar santo del templo de Jerusalén, lo que la Biblia llama la abominación desoladora de que habló el profeta Daniel. Esto está descrito en Mateo 24:15-28.

Al final de la gran tribulación, ocurrirá, entre otros eventos, la segunda venida de Cristo. Pero antes de entrar en detalles sobre esto, examinemos el pasaje bíblico que se encuentra en 1 Tesalonicenses 4:16-17.
«Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”. Aquí vemos que una vez que la iglesia ha sido arrebatada, es para estar para siempre con el Señor. Ahora veamos qué es lo que sucederá con la iglesia cuando el Señor Jesucristo venga por segunda vez a la tierra. Apocalipsis 19:14 dice: «Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos»


Estos ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio y montando en caballos blancos son todos los redimidos por la sangre de Cristo. Estos santos no vienen para ayudar a pelear a Jesucristo. El no necesita ayuda de ninguna naturaleza. Note que los santos vienen sin armas. Los santos vienen a reinar juntamente con Cristo en la tierra durante mil años, en lo que se conoce como el Milenio. Pero no se confunda, reinar con Cristo en la tierra no es lo mismo que vivir con Cristo en la tierra, porque los santos no vivirán con Cristo en la tierra, sino en el cielo, eso se desprende de lo que leímos en el pasaje bíblico sobre el arrebatamiento.