Job 35:3 Porque dijiste: ¿Qué ventaja sacaré de ello?
¿O qué provecho tendré de no haber pecado?
Muchos de nosotros, al igual que el salmista Asaf, pensamos que no hay provecho en hacer lo bueno y no pecar, ya que los que pecan, defraudan, engañan o roban descaradamente les va bien o no reciben consecuencias por su pecado. Eso aparentemente es bueno, y digo aparentemente porque al final sabemos que Dios hará justicia y dará el pago justo a cada uno.
Pero el punto está en qué hacemos ante esta duda, ante esta encrucijada de la vida, al momento de decidir si me conviene o no hacer lo bueno o pecar. Para poder tomar una decisión correcta debo pensar en tres cosas:
1- Qué pasará si tomo esta decisión o qué pasará si no tomo esta decisión.
2- A quién afectará mis decisiones; a mi esposa e hijos, a mis amigos y hermanos, a mi trabajo; debo ver qué ocurrirá con ellos con los pasos que doy.
3- Qué dice Dios sobre esto, quizás este debería ser el primer punto, pero seamos realistas; muchas veces pensamos en las consecuencias antes que en el principio divino. Dios determina lo que está bien o mal, no las consecuencias ni la perspectiva humana relativista, Dios dice qué es pecado y qué no, y por lo tanto también las consecuencias de esto, si piensas que vas a sacar provecho del pecado es como buscar tu cena en tu tacho de basuras. Tómate un café Dios y evalúa qué es lo mejor para tu vida.
¿En qué basas tus decisiones? ¿En Dios o en las consecuencias?
¿Piensas que te durará mucho las ventajas del pecado?
Lee el Salmo 73 y llega a la misma conclusión que Asaf