Este es un pasaje que habló grandemente a mi corazón. No sé si puedes ver las dos grandes verdades entre líneas, no están ocultas sino que solamente están ahí insinuándose para aquellos que realmente tienen sed de Dios y necesitan su verdad para vivir otro día más en este mundo agobiante y agotador.

Mientras escribo esto se me aparece otra verdad que la compartiré al final; pero la primera es: “Dios sacó a Noé del arca”. A veces atravesamos por diferentes tormentas, algunas duran días y otras años; pero me llena de consuelo y esperanza el hecho de que Dios nunca pierde el control, Él está sobre todo y en control de todo y cuando es el momento justo te saca del arca, Él te guardó ahí para protegerte, quizás sentiste miedo a los truenos, al movimiento, al crujir de la madera, pero Dios te mantuvo a salvo ahí dentro; el arca es una figura de Cristo y dice la Biblia que estamos guardados en Él. Nada de lo verdaderamente importante de Noé se perdió, quizá perdió sus plantaciones o su casa, pero no a su familia, que al final de cuentas es lo más importante que todos tenemos.

La segunda verdad es: “Dios no te deja en el arca, te dice que salgas”. Dios no te deja en medio de las pruebas, tiene un plan para cuando la prueba acabe, simplemente utiliza la prueba para moldearte y sacar lo mejor de ti. Dios no quiere que te acomodes al arca, tampoco a tu situación actual, no digas: “bueno, esto es lo que me toca vivir”, Dios quiere que salgas y veas lo nuevo que tiene para ti. Así que sal de ahí porque Dios tiene un mundo nuevo y un plan nuevo para tu vida.

Por último, al comenzar a escribir esto me di cuenta de cómo comienza este pasaje: “entonces habló Dios…” dos cosas más: Primero, “entonces” Dios siempre tiene un momento justo para actuar, no es el tuyo ni el mío, es el que Él sabe que es el más conveniente; piensa en la situación de Noé, si salía antes se hubiese mojado hasta el cuello; y si se demoraba quizá ya no tendría comida dentro del arca y ¿cómo le explicaba eso al león que estaba dos cuartos más allá del suyo?, definitivamente Dios tiene un momento justo para sacarte de la prueba, sólo debes esperar. Y segundo, y ahora sí, ya último: “Dios habló a Noé” ¿Dios habla a tu vida?, ¿puedes escucharlo? ¿estás atento al cielo para ver si te habla?. Quizás estás tan preocupado por tu prueba o tan acomodado a tu situación, tu vida, que has perdido la capacidad de escuchar a Dios. Déjame decirte que Dios siempre habla, nada pasa, ni una hoja cae al suelo si Él no lo permite. Cuando Dios habla, las cosas suceden. Así que no trates de salirte del arca hasta que Dios te hable, hasta que Él te diga: “ven, sal fuera”. ¿ya te tomaste el café con Dios hoy?. Perdón por irme hoy un poco más de un minuto, pero Dios quería hoy un rato más conmigo y contigo. No te vayas de su presencia.