Aprecio mucho su consulta, amable oyente. La frase “nacer de nuevo” fue utilizada por el Señor Jesús en su conversación con un fariseo, celoso de su religión, llamado Nicodemo. Permítame leer el pasaje bíblico en Juan 3:1-8.
La Biblia dice: «Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él.
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.«
Nacer de nuevo o su equivalente, nacer de arriba, es un acto de Dios por el cual imparte vida eterna a la persona que recibe a Cristo como su personal Salvador. Esta es la idea central en el pasaje bíblico de 1 Pedro 1:3-4 cuando habla de “renacer” Note lo que dice: Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
Nacer de nuevo también está relacionado con la idea de ser hechos hijos de Dios como resultado de haber recibido a Cristo como Salvador. Juan 1:12-13 dice: Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
En un sentido muy real entonces, nacer de nuevo encierra todo lo que Dios hace con un pecador que deposita su fe en la persona y obra del Señor Jesucristo. Esto constituye la salvación. De modo que, nacer de nuevo encierra las ideas de conversión, el volverse hacia Dios; justificación, el ser declarado justo; regeneración, el recibir vida espiritual; la unión con Cristo, la adopción como hijos adultos en la familia de Dios. Del pasaje bíblico leído en Juan 3:1-8 se hace obvio que el nacer de nuevo es una obra de Dios, no del hombre, y se hace efectiva en todos aquellos que reciben a Cristo como Salvador.