Dicen que lo bueno es el peor enemigo de lo mejor. Eso le sucedió a un comerciante que se empeñaba tanto en mantener limpia la tienda que nunca abría la puerta. ¡Había confundido la verdadera razón para abrirla! ¡Esa tienda era para que entraran los clientes, no para tenerla limpia! La mayoría de nosotros podemos establecer prioridades fácilmente cuando nos enfrentamos con lo bueno o con lo malo. El problema surge cuando nos enfrentamos con dos cosas buenas. En este caso puede ocurrir, que lo bueno se convierta enemigo de lo mejor.
Uno de los errores en los que caemos a la hora de tomar decisiones es que anteponemos nuestros “Derechos” a elegir antes que buscar la sabiduría, la Verdad y la guía de Dios en esos asuntos. Nos independizamos de tal modo, que no tenemos en cuenta someternos a la voluntad de Aquel que nos ha creado y nos conoce desde la eternidad. Creemos que sabemos todo, que nadie mejor que nosotros para decidir acerca de nuestra vida y vamos tras cosas buenas; pero que a veces no son necesariamente las mejores. ¿Sabes? La percepción espiritual y la guía del Espíritu Santo es posible si aceptas la soberanía de Jesús en tu experiencia. Como si fueran luces en lugares oscuros, la Verdad de la Palabra, el consejo de otros y los hechos que van sucediendo alrededor nuestro se alinean para iluminar nuestras conciencias hacia lo mejor. Tomar decisiones lleva tiempo, comunión y descanso.
Evaluar las posibilidades y rendir nuestro orgullo y autosuficiencia nos pone en dependencia de Dios y de su orientación. Somos nosotros mismos los que paralizamos el crecimiento personal por insistir en elegir independientemente de Dios. En el fondo es un gran problema de fe y de confianza. Creemos más en nosotros mismos y en nuestras evidencias, que en aquellos lugares nuevos a los que podemos llegar por la familiaridad con Jesús. Él quiere lo mejor para nuestra existencia. No dudes en ceder tus derechos para darle a Jesús los derechos de Autor de tu vida y andar por las mejores rutas, sean o no las que tú creas que corresponden.
PENSAMIENTO DEL DÍA
Cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, eso ya es una elección.