Aprecio mucho su consulta. Siempre es un gozo responder consultas de personas apasionadas por el estudio de la Biblia. Permítame dar lectura al texto que es materia de su consulta. Se encuentra en Proverbios 17:19. La Biblia dice: El que ama la disputa, ama la transgresión;  Y el que abre demasiado la puerta busca su ruina.

Este es un proverbio que básicamente confronta a personas que tienen esa nada honrosa inclinación a propiciar disputas o peleas. Digamos las personas que se encienden igual de rápido que un fósforo ante cualquier provocación por mínima que sea. Personas así, aman la transgresión, en el sentido que se deleitan en ocasionar todo tipo de mal, como abuso verbal, abuso físico, y tantas otras cosas más. Pero su consulta apunta al significado de la segunda parte de este proverbio, donde dice: Y el que abre demasiado la puerta busca su ruina.

Pues, algunos lo han interpretado literalmente en el sentido que, por falta de tener cuidado en cuanto a quien entra a una casa se pone en riesgo esa casa. Sería como un consejo para no ser demasiado confiados y permitir que personas desconocidas entren a nuestra casa. Esto pondría en riesgo la seguridad de la casa por cuanto entre esas personas desconocidas podría infiltrarse algún delincuente. Esta interpretación tendría sentido, pero lamentablemente no es lo que está diciendo el texto. Otros lo han interpretado también literalmente en el sentido que, al construir una puerta demasiado grande, ancha y adornada en una casa, se está invitando a la ruina por cuanto los ladrones van a pensar que al atravesar esa lujosa puerta van a encontrar muchas riquezas. También tiene sentido, pero lamentablemente no es lo que está diciendo el texto. Entonces ¿qué es lo que está diciendo el texto? Pues, tomando en cuenta el contexto, notamos que tiene que ver con pecados de la lengua, con cosas que decimos con la boca. El que ama la disputa, o la pelea o la violencia verbal, ama la transgresión. De la misma manera, quien abre demasiado la boca y no pone cuidado en lo que dice, o habla sin pensar, o habla a gritos abriendo mucho la boca, está buscando su propia ruina. Es decir, que debemos entender la palabra “puerta” en un sentido figurado para indicar la boca. Así es como se lo toma en la Nueva Versión Internacional de la Biblia. Dice allí textualmente: El que abre mucho la boca, busca que se la rompan. En varias partes de la Biblia se habla acerca de los pecados de ese pequeño pero poderoso miembro de nuestros cuerpos que se ubica en la boca, me refiero a la lengua. Note lo que dice Santiago 3:5-8 Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego!

Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno. Porque toda naturaleza de bestias, y de aves, y de serpientes, y de seres del mar, se doma y ha sido domada por la naturaleza humana; pero ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal. Cuidado con hablar sin pensar o con hablar insultando a gritos.