En primer lugar, me gustaría decirle que más que solución a los problemas económicos, necesita solución a los problemas espirituales. Su problema más importante es la falta de una relación con Dios por medio de la persona y obra del Señor Jesucristo. Por eso le sugiero que antes de ocuparse de su situación económica, se ocupe primeramente de su situación espiritual. La Biblia dice que está muerto espiritualmente, o, en otras palabras, está separado de Dios. Romanos 3:23 dice: por cuanto todos pecaron,  y están destituidos de la gloria de Dios,

Por estar separado de Dios o destituido de la gloria de Dios, está en peligro de recibir la consecuencia de esa triste realidad. Romanos 6:23 dice: Porque la paga del pecado es muerte,

Si sale de este mundo sin haber recibido perdón de pecados, tendrá que pagar la consecuencia de su pecado, la muerte eterna, la separación eterna de Dios en un lugar de tormento en fuego llamado infierno. Hasta aquí las malas noticias. Pero las buenas noticias son que Dios ama al pecador y por ese amor envió a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna. Juan 3:16 dice: Porque de tal manera amó Dios al mundo,  que ha dado a su Hijo unigénito,  para que todo aquel que en él cree,  no se pierda,  mas tenga vida eterna.

Por amor al pecador, y para que el pecador pueda librarse del castigo que merece, el Señor Jesucristo tomó el lugar del pecador para morir en lugar del pecador. Note lo que dice Romanos 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros,  en que siendo aún pecadores,  Cristo murió por nosotros.

El Señor Jesús pagó todo lo que Usted debe a Dios por ser pecador. Para aprovechar esa obra del Señor Jesucristo, lo único que tiene que hacer es creer y manifestarlo por medio de recibir al Señor Jesucristo como su único y personal Salvador. Note lo que dice Juan 3:36 El que cree en el Hijo tiene vida eterna;  pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida,  sino que la ira de Dios está sobre él.

Cuando reciba a Cristo como su Salvador, llegará a ser hijo de Dios, su pecado será perdonado y tendrá vida eterna. Le animo a tomar esta crucial decisión. Esto será el comienzo de una nueva vida. No estoy diciendo que sus problemas económicos se resolverán instantáneamente y que se transformará en un hombre acaudalado, pero tendrá un nuevo poder para manejar su vida con una nueva perspectiva, con una nueva esperanza. Ahora me gustaría referirme a esa idea de abandonar su hogar a causa de los problemas económicos. Una decisión así, es posible que haga su vida un poco más cómoda, pero ¿Qué será de los que queden en casa? Si la situación de todos, ahora que está en su casa, es desesperada, ¿cuánto más si abandona su casa? Mi consejo es que una vez que arregle su problema espiritual por medio de recibir a Cristo como Salvador, dependa de la guía y el poder de Dios, para en oración buscar alguna fuente de ingreso económico por más mínimo que sea, con lo cual pueda cubrir las necesidades de su casa.