La “prueba reina de la disciplina de natación” son los 100 metros libres. Es, sin duda alguna, aquella en la que los nadadores alcanzan velocidades impresionantes.
Siempre que hablamos de esta prueba nos acordamos de JOHNY WEISMULLER. Fue el primer hombre en la historia que rebajó la mítica barrera del minuto en esta prueba.
Johnny tuvo una muy complicada infancia. Se le declaró tempranamente la poliomielitis, una enfermedad infecciosa producida por un virus que ataca la médula espinal y provoca atrofia muscular y parálisis.
Estuvo a punto de quedarse paralitico, el médico le recomendó: “debes ponerte a nadar lo más posible si quieres recuperarte”.
Lo que para muchos era una enorme adversidad, él lo uso a su favor sin desanimarse ni quejarse. Muchas veces nosotros nos quejamos de Dios, o simplemente no confiamos en Él.
Decimos: “¿POR QUÉ, Dios, permites que contraiga esta enfermedad?”, o “¿Por qué no puedo conseguir trabajo? O “¿Por qué mi novia me abandonó?”… Así, muchas y muchas quejas más que no conducen a nada, solo a un espíritu de rencor y de amargura, en lugar de permitir que ese mal trance sea transformado por el “Dios de los milagros” en un experiencia enriquecedora para tu vida.
Pablo y Silas fueron llevados a la cárcel, y en lugar de quejarse contra Dios o llorar, cantaban y oraban a Dios. Luego Dios les libró, pero gracias a ellos muchas personas pudieron conocer a Cristo, al punto que al poco tiempo había una iglesia en ese lugar.
Es que todo lo que hace Dios tiene un propósito. Muchas veces no lo entendemos, pero no tenemos que olvidar que Dios nunca se equivoca.
Arraiguemos y cimentemos nuestra fe en Él, renovemos cada mañana en Dios nuestra confianza, dejemos a un lado las quejas y cambiémosla por la alabanza, dándonos cuenta que los propósitos de Dios son más grandes que nosotros, por eso, muchas veces no lo logramos entender.
Pero nunca olvides: ¡DIOS NUNCA SE EQUIVOCA!!!
Dios ha sido desde siempre especialista en hacer todo de la nada, legítimos triunfos de aparentes fracasos y de la misma muerte vida eterna.
Pensamiento del día:
Si se lo permites Él cambiará tu tristeza en baile.