Aprecio mucho su consulta. La declaración que ha motivado su consulta fue hecha por el Señor Jesús y ha sido registrada en todos los evangelios sinópticos, es decir en Mateo, Marcos y Lucas. Que tal si tomamos el texto en el Evangelio según Marcos para leerlo. Se encuentra en Marcos 12:24-27 donde dice: Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras, y el poder de Dios? Porque cuando resuciten de los muertos, ni se casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los cielos. Pero respecto a que los muertos resucitan,  ¿no habéis leído en el libro de Moisés cómo le habló Dios en la zarza,  diciendo:  Yo soy el Dios de Abraham,  el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos,  sino Dios de vivos;  así que vosotros mucho erráis.

El contexto de este pasaje bíblico tiene que ver con el cuestionamiento que hacían al Señor Jesús, los saduceos, quienes negaban lo sobrenatural y dentro de ello, la resurrección de los muertos. Así que, en apoyo de la resurrección el Señor Jesús hizo una pregunta retórica: ¿No habéis leído en el libro de Moisés como le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Los saduceos deben haber estado asintiendo con la cabeza mientras escuchaban la pregunta de Jesúas, porque ellos sabían muy bien que en el libro escrito por Moisés, el libro de Éxodo, capítulo 3 versículo 6 dice lo siguiente: Y dijo:  Yo soy el Dios de tu padre,  Dios de Abraham,  Dios de Isaac,  y Dios de Jacob.  Entonces Moisés cubrió su rostro,  porque tuvo miedo de mirar a Dios.

Los saduceos creían que solamente los escritos de Moisés son la palabra de Dios. La línea del razonamiento del Señor Jesús es la siguiente: En el momento que Dios habló a Moisés en la zarza en el desierto, tanto Abraham como su hijo Isaac y su nieto Jacob ya habían muerto físicamente hace mucho tiempo, sin embargo de ello, Dios se identificó a sí mismo como el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob. Sobre esto, los Saduceos lo sabían muy bien. Por el hecho que Dios no puede ser Dios de muertos, sino Dios de vivos, esto significa que Abraham, su hijo Isaac y su nieto Jacob deben estar vivos, a pesar que sus restos mortales estaban en la tierra. Esto asegura que hay vida después de la muerte, no como pensaban los saduceos que la muerte era el fin de todo. La resurrección es un elemento fundamental de esa vida después de la muerte. Por ahora, desde el mismo momento que murieron físicamente, Abraham, Isaac y Jacob y muchos como ellos, están vivos en espíritu y alma en la presencia de Dios, pero día todavía futuro van a recibir sus cuerpos gloriosos resucitados.