Claro que sí. Será una descripción en extremo resumida por lo voluminoso del tema. Todo comienza con la venida del Señor Jesucristo a las nubes a llevar a su iglesia. Es un evento inminente. Podría ocurrir en cualquier momento. Se lo conoce como arrebatamiento. Los creyentes muertos resucitarán primero, luego los que estemos vivos seremos transformados en un abrir y cerrar de ojos y todos juntos seremos sacados de este mundo para estar con el Señor Jesucristo para siempre. Esto lo tenemos en 1 Tesalonicenses 4:13-18 y 1 Corintios 15:51-53. Una vez que estemos con nuestro Salvador en el cielo, tendrá lugar el tribunal de Cristo, donde se evaluará y se premiará las obras de los creyentes mientras estábamos vivos en este mundo. De esto nos habla 2 Corintios 5:10 y Romanos 14:10.

También en el cielo tendrá lugar las Bodas del Cordero. Cristo Jesús el Cordero tomará a la Iglesia como su esposa. De esto nos habla Apocalipsis 19:7-9. Mientras todo esto ocurre en el cielo entre el Señor Jesucristo y la iglesia, en la tierra comenzarán los siete años de tribulación, tiempo en el cual Dios derramará su juicio sobre este mundo incrédulo por medio de tres series de siete juicios cada una, esto es, los juicios de los sellos, los juicios de las trompetas y los juicios de las copas. De esto nos habla Apocalipsis capítulo 6 a capítulo 18. Al final de la tribulación tendrá lugar la batalla de Armagedón, según Apocalipsis 16:13-16 y Apocalipsis 19:17-19. Simultáneamente tendrá lugar la segunda venida del Señor Jesucristo.

De esto nos habla Apocalipsis 1:7 y Apocalipsis 19:11-16. Al final de la tribulación resucitarán los santos del Antiguo Testamento, según Isaías 26:19-21. Simultáneamente resucitarán los santos de la tribulación, según Apocalipsis 20:4. Tan pronto el Señor Jesucristo ponga sus pies en la tierra, tendrá lugar el juicio a Israel, según dice Mateo 24:42-45 y Ezequiel 20:33-38. Después de esto ocurrirá el juicio a las naciones gentiles, según Mateo 25:31-46. Los que paseen estos juicios, a Israel y a las naciones gentiles, serán solamente creyentes y ellos serán los que entrarán en calidad de súbditos al reino milenial de Cristo. Será un reino en el cual Cristo es el Rey y Jerusalén la capital del reino. Sobre esto nos habla Apocalipsis 20:1-3, Apocalipsis 5:10 y Apocalipsis 1:6. Durante el reino milenial, la iglesia morará no en la tierra sino en la Jerusalén celestial, conforme a lo que tenemos en Apocalipsis 21:9 a 22:5.

Al final del reino milenial ocurrirán varios eventos simultáneamente. El reino será purificado según Apocalipsis 20:3 y 7-9, la creación también será purificada según 2 Pedro 3:10-13, habrá un juicio a Satanás y sus ángeles según Apocalipsis 20:10, 2 Pedro 2:4 y 1 Corintios 6:3. También tendrá lugar el juicio del gran trono blanco, donde serán evaluados y sentenciados según sus obras todos los incrédulos una vez que resuciten, según Apocalipsis 20:11-15. Finalmente, Dios creará cielos nuevos y tierra nueva, según Apocalipsis 21:1. Así se mantendrá por la eternida.