Yo he podido experimentar esto de llegar tan cansado y desplomarme en la cama y dormir totalmente agotado por un día lleno de trabajo y aunque no tenía mucho dinero tenía la satisfacción de haber trabajado. Y no me refiero al trabajo tras un monitor, sino a pintar las paredes de una escuela o limpiar un terreno y cortar el pastor por horas bajo el sol. Así que esas horas de descanso bien merecidas son realmente dulces.

Pero triste es la vida del que sólo se pasa afligido por lo que tiene o quiere y por el miedo a perder lo que tiene. Algunos tienen tanto que no pueden descansar porque las preocupaciones no les dejan. Dios quiere darte una vida abundante, pero esto no habla de riquezas materiales sino de momentos ricos y llenos de gozo. Trata de que tu día tenga un espacio para cada cosa importante, el trabajo debe proveer lo necesario para que puedas disfrutar de tu familia y de los amigos, disfrutar un café con Dios.

¿Cuánto tiempo dedicas a tu trabajo?, ¿Duermes?